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-No te entiendo (Aisha)

  Mientras caminábamos yo miraba fijamente la espalda de Lusia para no perderla de vista, ella era mucho más grande que yo y definitivamente sabia mas sobre salir así que tiene sentido que ella fuese quien iba delante.

  El día había sido bastante interesante, al principio me probé bastante ropa y aunque según Lusia me veía bien, me quedaba mucho mejor la ropa masculina así que me acabe comprando un traje parecido al de mi padre, la verdad siempre me ha dado curiosidad cómo se sentía su ropa pero como él es considerablemente más grande que yo no podía ponerme nada de él sin que me quedase suelto.

  Después de eso recuerdo haberme separado de Lusia. Normalmente no me separo de las personas con las que salgo, si me piden que haga algo lo lógico es hacerlo, si ella quería que saliéramos juntas lo lógico era no separarnos, y aun así, me aleje. Al momento solo pensé que ella diría algo como “Vaya, no sabia que tenias intereses reales” o algo así, pensándolo bien no se porque asumí eso tan rápido, quizás solo es la imagen que tengo de ella, lo dijo desde el principio, quiere pasarla bien conmigo, encontrar algo que me guste, incluso cuando la conozco desde hace una semana, se bien que ella no se molestaría por lo que hice.

  “Aisha ?A dónde vamos?”

  “Ah…Buscábamos donde comer ?No?”

  “Correcto”

  Si decía algo como “Escoge tu” o “Me da igual” me iba a insistir así que pensé que podría elegir al azar, pero en su lugar intente adivinar que le gustaría más a Lusia.

  “Hmm…”

  “?Tienes una idea?”

  “Si, diría que…”

  Si le preguntaba directamente lo que quería no iba a decirme así que solo me quedaba recordar las veces que hemos estado juntas, los almuerzos de la escuela son predeterminados así que era algo complicado sacar información de ahí, pero tenía un par de ideas.

  La he visto apartar zanahorias y espárragos así que debía evadir lugares que tuvieran esas dos comidas, por otro lado, era un poco más rápida con las hamburguesas y el pollo así que debe tener un gusto particular por la carne, con eso dicho, quedaban dos opciones.

  “(Hamburguesas o pollo…Si comparamos la proporción de carne entre ambos el pollo ganaría pero si quitamos el hueso entonces el tama?o seria…)”

  “?Aisha? ?Estás ahí?”

  “....”

  “Si no respondes me pondré a jugar con tu pelo”

  “....Hamburguesas”

  “?Te gustan?”

  “Tienen más comida”

  “?Segura?”

  “Más o menos”

  Tras mi respuesta Lusia camino a uno de los lugares de comida rápida y se puso en la fila. Para no aburrirnos vimos en la pantalla del puesto que opciones había, como era un video en bucle esperamos a que volviese a iniciar para discutir qué comer.

  “?Qué tipo de hamburguesa?”

  “Cualquiera está bien…”

  “Entonces pediré una con extra de tomates”

  “...Por Favor una de barbacoa…”

  “Buena chica”

  “?Tu que pedirás?”

  “Creo que lo mismo, así podemos ir por uno de los descuentos”

  “Tiene sentido”

  Cuando llegó nuestro turno fue Lusia quien se encargó de hacer el pedido incluyendo a parte de lo que habíamos discutido unas papas fritas y bebidas. Al terminar de pedir fuimos a buscar asientos, consiguiendo por suerte uno cerca del lugar donde habíamos pedido nuestra comida.

  “...”

  “?Segura que no quieres abrir los esmaltes?”

  “Puedo esperar…”

  “No se que le ves al olor, yo me he pintado las u?as muchas veces y nunca he sentido un olor particular”

  “Hmm…”

  Queriendo corroborar si Lusia tenía razón me incliné hacia adelante casi recostándome sobre la mesa y me acerque a ella.

  “?O-Oye!”

  “Quiero olerte las manos…”

  “...?Por qué suena tan raro?”

  “Solo déjame ver”

  “Puedes pedirme que te acerque las manos, de todos modos, no tengo pintadas las u?as en este momento”

  “Entiendo…”

  Algo decepcionada volví a mi asiento mientras Lusia me veía con extra?eza.

  “?Siempre te pones así de rara con tus intereses?”

  “No se, es la primera vez que realmente siento que algo me llama la atención”

  “Y es un olor…?Por que no había pasado antes?”

  “Cuando salgo suelo hacerlo con mi padre, intentó no separarme de él para no preocuparlo, con otras personas suelo mantenerme cerca para no molestar”

  “Eres peor que una introvertida…”

  “Lo lamento”

  “Y encima te disculpas ?No tienes ningún motivo para comportarte así?”

  “Solo sé que soy así ?Uno debe tener un motivo para ser como es?”

  “Para nada, es que, eres extra?amente amable por describirlo de alguna forma”

  “Eso es bueno ?No?”

  “Lo es, pero lo tuyo esta muy en un extremo, como si solo pensases en no molestar”

  “No me había dado cuenta…”

  “Eres MUY despistada en las cosas menos convenientes”

  “...”

  Royal Road is the home of this novel. Visit there to read the original and support the author.

  “?No dirás nada?”

  “No se si quieres que me disculpe”

  “...Iré por la comida”

  Cuando Lusia se levantó tomé una botellita con esmalte rosa y me puse a verla “?Como me quedara?” es una pregunta que me surgió mientras la veía, ya habíamos acordado que los colores muy vivos no me quedaban bien así que no me imagino usándola, quizás Lusia se lo pondría…No, me diría algo como “Los compre para ti”, ella es bastante considerada…

  “?Qué será lo que me ve?”

  Soy totalmente consciente de como soy, no soy agradable, suelo malgastar espacio, solo soy una espectadora que los demás tienen que aguantar, entonces ?Por qué? Incluso mis amistades pasadas no eran tan consideradas.

  “Eres algo aburrida”

  “Ya puedes dejar eso, no es divertido”

  “Perdón, no la paso bien contigo”

  “Estaré con otros amigos, no deberíamos vernos hoy”

  Si no ha pasado más de una semana ?Por qué se siente tan diferente al resto? ?Solo estoy aburrida y me enga?o a mi misma para pensar que es algo diferente? Se que cuando acabe el mes probablemente me deje, pero, mis dudas no iban a dejarme en paz tanto tiempo.

  “Aisha, aquí tengo la comida”

  “...Ah, gracias”

  En el momento que Lusia se sentó y empezó a comer me puse a verla de arriba a abajo, quería encontrar algo, cualquier cosa que me dijese que pasaba el rato conmigo por puro compromiso. Parecía satisfecha con su comida, su lenguaje corporal mostraba cierta calma y sus ojos estaban centrados en la hamburguesa que estaba mordiendo, hubiese seguido de no ser porque sentí como algo era introducido en mi boca.

  “?Guh!”

  “Come tu hamburguesa, se supone que esto es para las dos”

  “Geh, eso fue un poco agresivo…”

  “Cuando estás pensativa no hay forma de hacer que reacciones”

  “Lo lamento”

  “?Y en qué pensabas?”

  “Pues…”

  En ese momento supe que tenía una oportunidad para resolver mis dudas, si le preguntaba directamente porque estaba conmigo probablemente diría “Porque me caes bien”, pero podía intentar que reaccionase de forma negativa, eso me podría dar alguna respuesta.

  “Oye”

  “?Si?”

  “...?No pediste muchas papas?”

  “No costaba mucho agrandarlas, también agrande las tuyas”

  En ese momento me di cuenta de algo: no tengo ni la menor idea de como tratar mal a alguien. ?Se supone que diga algo que la hiera? ?Qué suelen decir las personas de forma despectiva?

  “Tienes...manos muy grandes”

  “?Lo dices por las veces que te he llevado de la manita? En comparación a las tuyas si”

  “Cierto…También tienes pesta?as muy largas”

  “Gracias”

  No sabía lo que estaba haciendo, los demás suelen decir que alguien tiene alguna parte del cuerpo muy grande para ofender, pero nada de eso la estaba haciendo reaccionar de forma negativa hacia mi ?Será que con ella es al revés?

  “Tus orejas…”

  “?Hmm?”

  “Son peque?as…”

  “?Puedes verlas a través de mi pelo?”

  “...No”

  No tenía forma de explicar lo confundida que estaba, no se me ocurrían mas cosas negativas que decirle, pero sentí que lo mejor seria aunque sea sacar una conclusión, por vaga que fuese.

  “Tus brazos…son largos”

  “Pero si nunca los has visto”

  “?Puedo verlos?”

  “No, nunca”

  “?Y esa respuesta?”

  “Ah…Mis brazos se enfrían fácilmente”

  Dudaba mucho que fuese cierto, las manos de Lusia eran calentitas (en comparación a las mías) así que debía haber otros motivos.

  “?Es por una herida que te hiciste cuando eras peque?a?”

  “No…No de peque?a…”

  “Yo también me he hecho heridas, no hay de qué avergonzarse”

  “?Dónde?”

  “Tengo una cicatriz en mi hombro, me la hice cuando un columpio me golpeo a los catorce”

  “Ahora quiero oír esa historia”

  Sin darme cuenta la conversación se desvió y acabamos hablando de como por quedarme quieta esperando a mi padre mientras iba a un ba?o público acabe siendo golpeada por un ni?o en un columpio, le conté en detalle cómo mi hombro chocó con el suelo con fuerza y acabe siendo llevada al hospital. La mirada de Lusia era como la de un perrito atento así que debía estar interesada.

  “Al final no fue tan grave pero si me dejo marca”

  “?No duele?”

  “Solo dolió al principio”

  “Entiendo ?Es muy grande la cicatriz?”

  “No tanto, diría que del tama?o de mis labios”

  El tiempo pasó volando de tal forma que no me di cuenta del momento en el que ambas acabamos nuestra comida. Al terminar Lusia se levantó satisfecha y yo la seguí dándome cuenta de que no había logrado nada.

  “...”

  “?A dónde vamos ahora?”

  “?Me preguntas a mi?”

  “Van dos veces que escojo yo, si pudiste escoger tu comida de mas que puedes escoger a donde ir”

  “No veo la relación…”

  Pensaba insistir a Lusia con que ella fuese la que escogiese, pero en realidad esta era una buena oportunidad de responder mi duda.

  “Hay un lugar que me gustaría visitar”

  “?Enserio?”

  “Si, lo vi mientras caminábamos”

  “Te sigo”

  Ahora con Lusia a mis espaldas empecé a caminar hacia las escaleras eléctricas hasta que volvimos al segundo piso, no tarde mucho en encontrar lo que buscaba, y parecía haber despertado la curiosidad de Lusia.

  “?Una tienda de vinilos?”

  “Mi padre tiene un tocadiscos, pensé que el podría querer uno”

  “No sabia que esta tienda estaba aquí”

  Una tienda de vinilos era el lugar perfecto, después de todo, las probabilidades de que Lusia tuviera un tocadiscos eran muy pocas y al ser una forma de escuchar música tan poco frecuente la cantidad de clientes era mínima dando como resultado una tienda grande pero casi vacía.

  “Iré a ver la sección de musica clásica”

  “Esta bien, yo veré los alrededores”

  Inmediatamente fui a la sección de música clásica y empecé a revisar uno por uno los vinilos. Como irme sin nada iba a ser sospechoso busque algo que le pudiese interesar a mi padre, gracias a la música que solía poner durante la limpieza me hice una idea de que era lo que podría llevar.

  “Aquí esta, la cabalgata de las valkirias”

  Mi padre era bastante fan de este tipo de música, tanto es así que una vez admitió que probablemente me habría puesto Mozart o algún nombre de ese tipo si hubiese nacido hombre.

  Tras conseguir el disco fui a la caja registradora, si tuviese que adivinar diría que Lusia se fue por el aburrimiento y en unas cuantas horas me llamaría disculpándose admitiendo que no sentía nada de interés por el sitio.

  "Tendré que llamar a papa para decirle que volveré pronto..."

  Saque mi teléfono lista para marcar, pero, cuando vi en dirección a la caja registradora, pude ver que tan errada estaba mi suposición.

  “Woah ?Enserio es tan fácil de usar?”

  “Si, pese a lo caros que son en realidad son bastante sencillos, de hecho el anime al que pertenece esta canción ense?a como hacer uno”

  “?Genial!”

  Lusia estaba junto al vendedor escuchando una canción claramente japonesa en un tocadiscos que parecía ser de él. Se le veía muy interesada. Aunque ya no sabia que pensar, me acerqué de todas formas.

  “Aquí tengo lo que vine a comprar”

  “Que bien, yo estaba haciendo unas cuantas preguntas sobre tocadiscos”

  “No sabía que de hecho te interesasen”

  “Mi tia tiene una gramola, quería saber si eran similares”

  “Creo que eso es algo que puedes deducir por simple lógica”

  Cómo Lusia parecía divertirse solo me pare a su lado, cuando pagase probablemente nos iríamos así que intente no apurarme.

  “?Es buena la canción?”

  “Claro, me gustan bastante los instrumentos y el cantante”

  "Lo hacen bastante bien..."

  "Si, además me encanta como suena en el tocadiscos, en general me gusta como suena todo"

  “?Eso es lo que hace que a uno le guste una canción no?”

  “Bueno, en parte”

  “?Hmm?”

  “La parte musical por supuesto es importante, pero también hay varios factores, por ejemplo los recuerdos asociados a dicha canción”

  “No lo entiendo del todo…”

  “Es algo que me explico mi tia, podemos apreciar cualquier cosa si la relacionamos con algo que apreciamos. Estar con tu pareja, relacionarse con un personaje que te importa, mientras esos recuerdos te generen cierta emoción entonces cualquier cosa que haya ocurrido en ese entonces te hará revivir un poco de ese momento, ya sea un llavero, una comida o una canción”

  Mientras que el vendedor asentía bastante impresionado por dicha explicación, yo solo me sentí confundida ?Que hace que un recuerdo sea entra?able? ?Es algo que en algún momento podrías olvidar? ?Es algo difícil de sentir? Pese a que estaba llena de preguntas, solo vocalice una.

  “?También puede pasar con un recuerdo doloroso?”

  “...Por desgracia sí, incluso cuando sabemos que no tiene nada que ver, no podemos evitar sentir que ciertas cosas están ligadas al dolor”

  “?Se siente mal?”

  “Demasiado, sientes como todo lo que amabas te enferma, deseas que ese algo desaparezca porque sientes que así el dolor se ira, casi podrías considerarlo una herida, y por desgracia no es una herida que puedas vendar”

  “...?Crees que es algo que pueda sentir?”

  “?Tu? La verdad no lo sé, pero si algo queda grabado en tu mente ?Prometo que será algo feliz!”

  Lusia me puso la mano en el hombro mientras decía eso, ella tenía una sonrisa enorme llena que parecía llena de confianza y amabilidad, verla me llenaba de una sensación que no comprendía, pero, por algún motivo, no quería que parase.

  “?Bueno! Creo que deberíamos pagar e irnos, esta vez yo escojo a donde iremos”

  “Esta bien”

  Así siguió nuestra salida. Deje de intentar confirmar mis ideas, deje que todo siguiese como debía, pero, si pensé en algo.

  No entiendo a Lusia, no se que la llevó a ser tan buena conmigo, no se como puede aguantarme, no se porque eligió ser mi amiga.

  No la entiendo, pero, si las cosas seguirán siendo como hoy, no creo necesitar entenderla.

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